Carcasas de Realidades

En 1998, en la universidad nos pidieron que imaginemos Lima en el 2025. Se presentaron diferentes proyectos, algunos más ambiciosos que otros, pero ninguno remotamente parecido a nuestra realidad actual.


20 años después, Lima, Larco, y el Perú en general no han cambiado mucho ni como ciudad ni como país en cuanto a arquitectura e infraestructura. Los carros se ven mejor pero no vuelan, no hay supercarreteras por los cielos, la arquitectura en general no ha dado grandes saltos en materialidad o estética y la gente ni se viste como se imaginó el futuro alguna vez.

Pero el futuro si cambió solo que el cambio se redujo en escala. El futuro es hoy el celular. La tecnología sintetizada en un aparato que cabe en la palma de nuestras manos con el cual podemos tener acceso al mundo entero. Larco no cambió mucho, tal vez hoy el mayor cambio ha sido el de reemplazar los estacionamientos por ciclo vías. Pero la ciudad no va a cambiar de manera radical. Podrimos imaginar que logramos ser capaces de desalinizar el agua de mar o manipular nuestro clima a voluntad y tal vez así el cambio podría ser más radical en una Lima donde empieza a llover y tiene que cambiar toda su infraestructura para ajustarse a los nuevos tiempos. O una Lima post mega terremoto, pero creemos que hay cambios que pueden ser más sutiles pero más perversos.

Así como hoy en día hay un mundo ideal donde uno postea su realidad, advertimos una experiencia con un algoritmo como el que usa Facebook infinitamente más potente y preciso y que se convertirá en nuestra interface con el mundo físico, el cual consistirá en ajustar la percepción de cada uno de la ciudad o el mundo desde una perspectiva cada vez más personal, teniendo la posibilidad de borrar, al menos en percepción, lo que a uno no le gusta y aumentar lo que uno desee. Poner un edificio barroco sobre uno anodino o viceversa. 

No tenemos duda alguna que en un futuro cercano la realidad aumentada va a ser parte de nuestras vidas cotidianas. Información sobrepuesta sobre nuestra realidad. 

Hay que diferenciar la realidad virtual de una aumentada. Para poder navegar seguro en una realidad aumentada uno solo puede construir sobre lo existente, uno no puede borrar un árbol porque podrías colisionar con él, lo que puede hacer uno es cambiar como se ve el árbol. Una alucinación colectiva cada vez más individual.

Estamos viviendo los cambios que una red social como Facebook tiene sobre nosotros y lo persuasivo que puede ser. En el futuro cada uno podrá personalizar su propia realidad, y cuánto quiere cambiarla. ¿Qué implicancias éticas, morales, políticas, económicas y sociales tendrá esta tecnología?